Si alguna vez has sentido que el Retinol irrita tu piel o no sabes cómo incorporarlo sin efectos adversos, el Skin Cycling es la respuesta que estabas esperando. Esta tendencia, que se ha viralizado en redes sociales, propone una estrategia inteligente y estructurada para usar activos potentes como el retinol sin dañar la barrera cutánea. Pero, ¿qué tiene de nuevo este método? ¿Realmente funciona o es solo otra moda pasajera?
Como facialistas, sabemos que el uso de retinoides en la rutina nocturna es clave para transformar la piel, pero también que cada piel es un mundo y necesita un protocolo adaptado. Veamos en qué consiste realmente el Skin Cycling y cómo podemos aprovecharlo en cabina y en casa.
El Skin Cycling es un método que organiza la aplicación de activos en un ciclo de 4 noches, permitiendo a la piel adaptarse, renovarse y repararse sin irritaciones. Su estructura se basa en:
El primer paso del ciclo es una exfoliación suave con ácidos (AHA, BHA o PHA) para eliminar células muertas y preparar la piel para los retinoides. Esto mejora la absorción y potencia los resultados del retinol.
Aquí entra en juego el protagonista: el retinol o cualquier otro retinoide (como retinaldehío o tretinoína). Este paso activa la renovación celular, estimula la producción de colágeno y mejora la textura de la piel. Pero ojo: su aplicación debe ser controlada para evitar irritaciones o descamación excesiva.
Tras dos noches de actividad intensa, la piel necesita descanso y nutrición. Durante estas noches, se priorizan ingredientes como ceramidas, niacinamida, ácido hialurónico y antioxidantes para reforzar la barrera cutánea o también denominado manto hidrolipídico y evitar sensibilidad.
Este ciclo se repite, ajustando la intensidad según la tolerancia de cada piel.
El Skin Cycling no es un concepto nuevo para las profesionales del cuidado de la piel. En nuestras cabinas siempre hemos personalizado el uso de retinoides según cada piel, pero esta metodología ha permitido democratizar el conocimiento sobre su aplicación.
Los beneficios de seguir este ciclo incluyen:
✅ Reducción del riesgo de irritación
✅ Mayor eficacia en el tratamiento del envejecimiento y la textura cutánea
✅ Optimización del uso de activos sin sobrecargar la piel
✅ Mejor adaptación de la piel a los retinoides a largo plazo
Pero, como siempre, cada piel es diferente y necesita un enfoque personalizado. No todas las pieles toleran bien los retinoides, y no todas necesitan exfoliación frecuente.
El Skin Cycling es una herramienta útil y didáctica para enseñar a nuestras clientas a utilizar el Retinol de forma segura. Sin embargo, es importante recordar que no existe una fórmula única, y la personalización del tratamiento es clave para conseguir los mejores resultados. Como siempre digo yo… ¡TODO DEPENDE!
Si eres facialista, integra este conocimiento en tus diagnósticos y prescripciones cosméticas y educa a tus clientas sobre la importancia de un uso responsable de los retinoides.
Y si eres usuaria, recuerda que la mejor inversión que puedes hacer es aprender a conocer tu piel y confiar en una profesional que te guíe en este proceso y sepa leer tu piel.
Si quieres aprender más sobre cómo optimizar tus prescripciones cosméticas y el diseño de rutinas inteligentes con diferentes activos, consulta mis formaciones aquí.
Tu piel (y la de tus clientas) lo agradecerá.
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