Quiero ser facialista, ¿qué debo tener en cuenta?

Somos esteticistas y hemos elegido esta profesión porque somos personas que conectamos con personas. Creímos que emprender era ofrecer mil servicios y sentirnos orgullosas de estar atrapadas en una agenda sin fin. Muchas personas piensan que «si eres esteticista, todos los servicios relacionados con la imagen te tienen que gustar». Pero… créeme, nuestro sector NO va de esto. ¡Puedes especializarte! Además, sé que lo sientes. Sé que cuando tu agenda marca un tratamiento facial entras a cabina de una forma distinta, con otra energía que te permite disfrutar y reconectar con tus ganas y motivación. Compañera, sientes pasión por el facialismo y aún no sabes todo lo que puedes hacer por la piel de tu cliente y lo mucho que puede mejorar tu vida si te posicionas como facialista. Hoy quiero compartir algunos consejos y recomendaciones que a mí me sirvieron y han inspirado la creación de mi programa formativo Piel con Piel, de esteticista a facialista. ¡Créetelo de una vez! 

1. Destruye tus creencias limitantes, ¡ser facialista es autoestima pura!

Estoy convencida de que te suenan pensamientos como… «No voy a ser capaz de solo vivir de hacer faciales», «No soy la mejor en facial, seguro que no voy a poder especializarme», «No puedo subir el precio de mis faciales, mis clientes no lo van a pagar», «Quiero ser facialista pero no sé por dónde empezar». Seguro que en alguna de estas creencias te sientes identificada. 

Primero de todo quiero que sepas que tus opiniones no son hechos, no son realidades que no puedas cambiar. Desde pequeñas nos inculcan el síndrome de la impostora. Este síndrome es ese demonio que tenemos en el hombre izquierdo que nos recuerda que no mereces todo aquello por lo que trabajamos y nos esforzamos. Amiga, mándalo a callar. ¡El mío lleva sin poder hablar un tiempo y nos llevamos mejor que nunca!

Ahora en serio, identifica qué barreras emocionales te bloquean, cuáles son tus valores, descubre si realmente confías en tus capacidades y podrás valorar la energía que tienes en tu negocio y transmites a tu equipo (si tienes) y clientas. En definitiva, autoconócete y autolidérate, es un cimiento básico para posicionar tu marca como facialista.

2. Fórmate, conoce la piel de forma técnica y científica. ¡Aprender, aprender y aprender!

Existe un gran estigma en el sector estético en España sobre las mujeres que decidimos dedicarnos a la belleza y salud de las personas: «Las esteticistas no estudian», «Si haces FP eres una pringada», «Quien vale vale y quien no acaba en estética o peluquería». Nada más lejos de la realidad. Una buena profesional de la belleza, y sobretodo una facialista, es una persona muy leída que siempre se encuentra en constante formación y aprendizaje quien jamás siente que lo conoce todo para seguir mejorando en su día día. A diferencia de España, en muchos otros países las facialistas están posicionadas en una jerarquía laboral muy reconocida. Estamos en un momento clave y te voy a explicar el por qué. Ahora, más que nunca se nos está empezando a dar el lugar que nos correspondía. Son ejemplos algunos de los artículos que empezamos a encontrar en revistas populares. 

A continuación te adjunto algunos de los primeros artículos que entregan valor a las facialistas. Se empieza a hablar en serio en la profesión, el mundo empieza a vernos compañera. ¡Lee y celébralo!

3. Enfréntate a tus números, empieza a gestionar la economía de tu negocio con estrategia.

¿Eres del team… «no quiero mirar que me da un parraque»? Se acabó. Si quieres realmente hacer de tu negocio estético un lugar rentable tenemos que arremangarnos y luchar contra ese miedo paralizador que nace en cuanto se escucha la palabra «números». Una profesional que quiere especializarse como facialista debe saber qué líneas de negocio va a soltar y cómo va a equilibrar y mejorar su economía con este cambio. ¿Cuánto nos cuesta abrir la persiana cada día? ¿Qué precio deberían tener mis servicios para disfrutar de una mayor libertad financiera? Puede que sientas apegos a facturaciones esclavas pero eso se llama miedo a soltar, miedo a crecer. Recuerda que si un cliente no está dispuesto a pagar tu valor, ese cliente no es el tuyo. 

Quiero explicarte el cuento de la vaca famélica, me encanta y creo que puede ayudarte mucho a visualizar lo que quiero expresarte. Es un cuento filosófico que trata de hacer consciente la zona de comodidad a la que estamos aferrados, promoviendo que seamos capaces de salir de ella de forma proactiva para construir una vida más plena, en nuestro caso, un negocio más abundante y liberador.

La vaca famélica...

“Había una vez un viejo maestro que decidió visitar junto a su discípulo la casa más pobre de la comarca, donde malvivía una familia con una sola posesión: una famélica vaca que les daba poca leche y, por lo tanto, insuficiente alimento, pero alimento al fin y al cabo. El padre, hospitalario, les invitó a pasar con ellos la noche.

Al día siguiente, muy temprano, el maestro le dijo a su discípulo: “Ha llegado la hora de la lección”. Y el maestro sacó una daga y degolló a la pobre vaca.

–¿Qué clase de lección deja a una familia sin nada? ¡No lo entiendo! –se quejó el discípulo.

–Fin de la lección –fue la única respuesta del maestro.

Un año más tarde volvieron al pueblo y donde estaba la casucha destartalada encontraron una casa grande, limpia y bastante lujosa.

Vieron salir al padre de familia, que no sospechaba que el maestro y el discípulo habían sido los responsables de la muerte de su vaca, y les contó cómo el mismo día de su partida algún envidioso había degollado salvajemente al pobre animal…

–… esa vaca era nuestro sustento. Pero cuando vimos a la vaca muerta, supimos que estábamos en verdaderos apuros y que teníamos que reaccionar. Y lo hicimos. Decidimos limpiar el patio que hay detrás de la casa, conseguimos algunas semillas y sembramos patatas y algunas legumbres para alimentarnos. Muy pronto vimos que nuestra granja casera producía más de lo que necesitábamos, y así empezamos a vender. Con las ganancias compramos más semillas, y así hasta hoy mismo que he comprado la casa de enfrente para plantar más patatas y hortalizas y algo de…

Mientras el padre de familia seguía hablando, el discípulo se dio cuenta de que aquella vaca había sido la cadena que mantenía a toda la familia atada a una vida de conformismo y mediocridad. Aquello que daba poco les privaba de la abundancia que habían conseguido.

No estoy a favor del maltrato animal, pero es una analogía perfecta que nos ayuda a visualizar cómo a veces nos quedamos enganchadas a servicios que nos dan poco, pero nos dan. Cambia tus gafas, si quieres especializarte ya no vamos a agradecer la carencia. Vamos a acabar con ella y proyectar abundancia, solo así nuestro negocio cambiará.

4. Comunica al mundo la facialista que eres. ¡Mundo digital, tiembla que llego!

La comunicación es un gran eje de tu negocio que no puedes olvidar ni en el que no puedes dejar de invertir. Comunicar hoy en día ya no es un valor añadido, es una obligación si quieres existir. Haz que el mundo conozca tu marca personal. Crea contenidos de valor que emocionen, inspiren y fidelicen usuarios. El mundo digital está lleno de oportunidades, es un altavoz que si sabes utilizar puede llegar a muchos clientes potenciales. 

Para ello debes conocer a quién te diriges, cómo lo hace tu competencia, qué discurso y tono identifica a tu marca, encuentra el universo visual que le dará una identidad diferencial, conoce herramientas con las que empezar a diseñar. La comunicación es un arma necesaria para que todo el trabajo realizado que te he explicado en los anteriores puntos se visibilice. 

¿ Qué descubrirás en mi programa Piel con Piel ?

Todo lo que me hubiera gustado encontrar a mí cuando decidí posicionarme de esteticista a facialista.

Autoconocimiento y autoliderazgo

¿Qué barreras emocionales me bloquean? ¿Cuáles son mis valores? ¿Confío en mis capacidades? ¿Qué energía tengo en mi negocio y transmito a mi equipo y clientas?

Conocimiento de facialismo avanzado

¿Qué debo saber para diseñar mis propios programas faciales, diagnosticar y cerrar ventas de alto ticket con éxito? ¿Cómo aplicar la técnica de jornadas de ventas privadas?

Consciencia y gestión financiera

¿Cuáles son mis números? ¿Qué rentabilidad tiene mi negocio? ¿Cómo puedo soltar líneas de negocio que me pesan y aumentar mi facturación como facialista?

Comunicación y marca personal

¿Cómo hacer que el mundo me conozca? ¿Qué debo hacer para crear contenido de valor que enganche a mis clientes? ¿Cómo gestionar mi marca en plataformas digitales?

¿Quieres saber si esta formación es para ti?

Descubramos juntas hasta dónde puedes llegar. ¿Es ahora tu momento de despegar? ¡Charlemos!
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